El espectáculo pretende rescatar a la figura de Juana y aislarla de ese epíteto que tanto la determinó y nos determinó a la hora de acercarnos a ella: "la Loca". Y de la reducción que de ella ha hecho la historia. Parece incuestionable que la semilla de la locura estaba ya arraigada en ella procedente de su abuela materna. Pero ¿qué fue lo que hizo que en ella se manifestara? ¿Cómo fue tratada para que su mal apareciera y de paso fuera utilizado por todos en su contra? ¿Obtuvo el suficiente amor
que paliase su dolencia? ¿Y la soledad? Todo son preguntas y en el espectáculo sólo queremos poner delante de los espectadores las circunstancias de su vida: cómo vivió, cómo amó, cómo odió, cómo sufrió... y que sean ellos los que juzguen.