El pasado 21 de diciembre se celebró en Monleras una jornada de reflexión y debate sobre la reforma local y las consecuencias que se derivarán para nuestros pueblos. Finalizada la misma, la organización facilitó la siguiente nota de prensa:
Convocada por las
asociaciones Adecasal y Escuelas Campesinas de Salamanca, el sábado 21 de
diciembre se celebró en Monleras una Jornada de reflexión y debate sobre la
reforma local, que está a punto de aprobar el Gobierno, y sus previsibles
consecuencias para nuestros pueblos. El encuentro congregó a casi un centenar
de asistentes: alcaldes y concejales, representantes de movimientos sociales, personas que ven con enorme preocupación el
alcance y el trasfondo de la Ley
de reforma local a escala nacional (llamada eufemísticamente Ley….), que, al
igual que la Ley
de ordenación del territorio a escala regional aprobada en el mes de julio
pasado por la Junta
de Castilla y León, representan un
atentado contra la autonomía de los municipios, una restricción a la democracia
más real y participativa y un paso decisivo en el desmantelamiento del mundo
rural al que estamos asistiendo.
Intervino
en primer lugar Valentín Cabero, catedrático de Geografía y un experto en
cuestiones de ordenación del territorio. El profesor Cabero analizó el
trasfondo ideológico neoliberal y la visión economicista que subyace en estas
Leyes, que pretenden no una ordenación para equilibrar el territorio y
garantizar una equidad en los servicios públicos y derechos sociales, sino todo
lo contrario, fortalecer los mecanismos de control político (otorgando un papel
relevante a las Diputaciones) y allanar el camino para una apropiación de
importantísimos recursos estratégicos naturales y económicos por parte de las
élites económicas que se irán adueñando de lo público y lo comunitario.
Denunció en su intervención la banalización del lenguaje empleado por los
impulsores de estas reformas que sancionan un drástico recorte a la soberanía
municipal (los términos “racionalización”, “sostenibilidad”, “ordenación”,
“gobernanza”, “eficiencia”…se usan con un sentido que nada tiene que ver con el
significado de estas palabras), así como la manipulación descaradamente
populista de la información tergiversada a través de los medios de comunicación
social, que supone un desprecio al valor de la proximidad y cercanía al
ciudadano, identificado falazmente con despilfarro o ineficiencia. Se detuvo,
por último, en las consecuencias más relevantes sobre nuestros territorios,
entre las que cabe destacar la pérdida de personalidad jurídica de las
entidades locales menores; la desaparición o merma de calidad de servicios
públicos básicos (en educación, sanidad, servicios sociales,
infraestructuras…), con especial desprotección de los colectivos más
vulnerables; la centralización y concentración de la población y los servicios
en las áreas urbanas; la privatización de la gestión local y los servicios
sociales en manos de los nuevos gestores del territorio que sustituirán a los
alcaldes y concejales comprometidos altruistamente en el servicio al pueblo.
A
continuación intervino como ponente Gabriel Risco, secretario de la
administración local y miembro de Equo, quien analizó pormenorizadamente los
aspectos más controvertidos de la
Ley de reforma local. Uno de ellos, el reforzamiento de las
Diputaciones provinciales, instituciones escasamente democráticas y de dudosa eficacia,
a las que se transfieren las competetencias que se les arrebatan a los
municipios: así, la gestión de servicios básicos como el abastecimiento de agua
potable, recogida de residuos, limpieza viaria, alumbrado público y otros
muchos más por el estilo. Otro, no menos importante, el fomento de la
iniciativa económica privada como vía para la gestión de los servicios
públicos, que estarán sujetos a un criterio economicista en el que el coste y
la rentabilidad del servicio priman sobre el derecho de los ciudadanos. Explicó
con detalle en qué dirección apuntan los tres pilares en que se asienta la
nueva estructura administrativa local: las Unidades Básicas de Ordenación de
los Servicios, las Mancomunidades de Interés General y los Consorcios
Provinciales de Servicios Generales. Y concluyó defendiendo como alternativa justamente
lo contrario al modelo que preconiza
esta ley: el apoyo y refuerzo de los municipios y la supresión de las
Diputaciones, pues de otro modo los primeros nunca tendrán los recursos
necesarios y la capacidad para desarrollar sus tareas.
El
último de los ponentes en tomar la palabra fue Ángel Delgado, el alcalde de
Monleras, quien hizo una encendida defensa del papel que han desempeñado y
desempeñan los municipios, dispuestos
siempre a atender las necesidades de los vecinos, desde la cercanía y el
conocimiento de la realidad, casi siempre en voluntariado y con total entrega a
los demás, como servidores del pueblo. Esos municipios que han sido escuela de
democracia directa y participativa, fermento de desarrollo local y vivero de
iniciativas socio-comunitarias para crear servicios, son los mismos que la
nueva ley, dictada al arbitrio de
intereses ajenos al territorio y a las personas que lo habitan, intenta
eliminar para siempre. En palabras del alcalde de Monleras, los pequeños
municipios tienen muchas razones para oponerse a la reforma local:
- Porque atenta contra los ayuntamientos de menos de
20.000 habitantes (el 95 % del total), que han gestionado bien sus
recursos.
- Porque cuestiona la eficacia y transparencia en la
gestión de los pequeños municipios, que han sabido estar cerca de los
ciudadanos.
- Porque la mayoría de alcaldes y concejales realizan
su trabajo como servicio altruista y en voluntariado.
- Porque el mundo rural está cansado de sufrir las
decisiones que se toman sobre su futuro desde otras instancias.
- Porque esta reforma, que afecta al 95 % del
territorio español y a muchos miles de personas, no se puede hacer
moralmente sin contar con los afectados.
- Porque traerá consigo un retroceso en la calidad de
vida de la gente de los pueblos.
- Porque anula la autonomía municipal.
- Porque abre la puerta al alejamiento de los
servicios y la consiguiente privatización.
- Porque traerá consigo pérdida de servicios en el
mundo rural, agravando los desequilibrios territoriales.
Los
participantes en la Jornada,
a la luz de estas reflexiones, intentamos poner sobre la mesa algunas posibles
alternativas para no quedarnos de brazos cruzados y hacer lo que esté en
nuestras manos por defender la autonomía de los pequeños municipios:
- Una acción necesaria y posible es la convocar
reuniones en los pueblos, informar a la gente para que tome conciencia del
verdadero alcance y repercusiones de esta Ley. Podemos ofrecer espacios donde
los grandes olvidados de la sociedad, las personas que viven en los territorios
rurales, puedan hacerse más conscientes del proceso de desmantelamiento y
expolio del mundo rural que estamos sufriendo desde hace décadas, al que esta
Ley allana el camino.
- Los colectivos y movimientos sociales podemos y
debemos avanzar en la organización, creando redes y plataformas desde las que
luchar juntos. En nuestra historia no muy lejana tenemos el ejemplo de que la
lucha organizada puede conseguir paralizar un plan de muerte para nuestros
pueblos, como ocurrió con el proyecto de cementerio nuclear en Las Arribes.
- Hay que exigir a los partidos de la oposición
que se definan sin ambigüedades frente a la nueva Ley, y, si realmente su
postura es contraria, exigirles que presenten un recurso de
inconstitucionalidad cuanto antes.
- No olvidemos que, como ciudadanos, aún nos queda
un arma poderosa: el voto. Tenemos cuatro elecciones por delante en las que el
pueblo tendrá el poder de decisión.
- Nos queda siempre la resistencia social, la
rebeldía ante la injusticia, la desobediencia civil, que podremos ejercer como personas,
como colectivos y como ayuntamientos. Y nos queda también la esperanza de que
podemos cambiar las cosas.
En Monleras, a 21 de diciembre de 2013.