El pasado domingo, 29 de marzo,
nos dejó José María Martín Patino. Este jesuita e intelectual comprometido con
la sociedad de su tiempo, fue una figura clave en la transición a la
democracia, un hombre discreto y audaz, capaz de tender puentes para la reconciliación,
el diálogo y el encuentro que superaran la división entre vencedores y
vencidos. Fue la “mano izquierda” de Tarancón, el cardenal que impulsó la
transición eclesial en esos años cruciales. Creó y presidió hasta su muerte la
Fundación Encuentro, un foro para el diálogo sobre los temas más candentes de
nuestra democracia.
A través de la Fundación
Encuentro entró en contacto con Monleras y otros municipios de las comarcas
fronterizas de Salamanca y Zamora. Nacido en Lumbrales y desde esa querencia
por su tierra, quiso contribuir al desarrollo de este espacio rural con la
creación y el apoyo permanente a la red de centros CODEL (centros de nuevas
tecnologías para la cooperación en el desarrollo local). Su relación con
Monleras fue especial: consideraba que era un municipio ejemplar por su
dinamismo social y cultural, se sentía muy unido a Ángel, a quien apreciaba
como persona, se apoyó en el trabajo de Ascen para impulsar un proyecto cuyo
alcance no todos entendían. Cada verano nos visitaba puntualmente, sin faltar
nunca a la velada cultural y al pregón de inauguración de las fiestas. Le
propusimos en varias ocasiones ser el pregonero, pero siempre declinó la
invitación, porque creía que debía recaer ese honor en un hijo del pueblo.
Gracias, José María, por tu apoyo
incondicional al proyecto de Monleras. Hasta siempre.
Juan
Jesús Delgado